El acto muy egoísta y la culpa

Durante muchísimo tiempo, muchas personas que para hoy ya no están en mi vida, me han querido manipular con base a la culpa.

Haciéndome sentir mal por mis decisiones, por mis errores, minimizando mis triunfos y solo viendo lo malo de mi temperamento. Solo enfocándose en lo malo o inapropiado de mi persona, cuando soy un conjunto de muchas cosas que al final del día, son más las positivas que las negativas.

Por qué hemos aceptado el siguiente tópico de vida

¿Por qué hemos aceptado el siguiente tópico de vida?

Donde:

#1 Decir que eres buena en algo te hace poco humilde, esas son huevonadas para mí desde hace ya bastante tiempo. Si soy buena en algo, es porque estudié más que otros, porque he luchado por eso, porque he sacrificado ciertas cosas para poder mejorar en otras. ¿Por qué tengo que ocultar que soy buena en algo?

#2 Porque si yo soy feliz y me siento bien por lo que logré con mi esfuerzo: ¿por qué tengo que minimizarlo? ¿Por qué no puedo aceptar y ser feliz con eso? ¿Por qué tengo que bajarle dos a mi alegría? ¿Tengo que minimizarlo por los que no tienen? Acaso, eso no es ¿culpa? ¿Yo tengo culpa que el otro no tenga o que no haya alcanzado su meta?

Acaso, ¿soy responsable de la vida y decisiones buenas o malas de los demás?

Creo que no. -Ese creo es una convicción, no una duda-.

Si bien, puedo hablar desde el beneficio del «privilegio» porque tuve acceso a la educación y a las oportunidades, solo yo y nadie más que yo, decidió aprovecharla; y no ser, por ejemplo: una drogadicta, o enviar a la mierda todo y suicidarme antes las cosas malas o fuertes que me pasaron en la vida… siempre fue mi decisión y todo lo que tengo hasta el día de hoy, es porque decidí: qué hacer y qué no hacer. Aún tengo la oportunidad de enviar todo a la mierda y ser una irresponsable, pero no, yo decido avanzar y seguir apostando a que lograré todo lo que me proponga.

Que te destruyan la valía o la estima es horrible

Yo sé que somos personas sociables que queremos ser aceptados por los demás, pueden ser muchas o pocas personas, pero de que deseamos ser aceptados, deseamos serlo, no hay duda en eso… pero eso no puede ser una limitante para valorar quienes de verdad somos, considero que deberíamos concentrarnos en amarnos a nosotros mismos y valorar nuestro más mínimo esfuerzo porque solo nosotros sabemos lo que nos costó llegar allí, el que otro se alegre de nuestro esfuerzo no debe ser un condicionante, ni la meta de nadie, ni de nada.

Entonces, si sinceramente me siento feliz por un logro, por tener algo nuevo, por conseguir algo que ansiaba, ya casi ni lo comparto con personas externas a mi núcleo familiar, porque estoy tan feliz y me siento tan bien, que protejo esa felicidad (momentánea) para que nadie la minimice o joda… y uff, es tan gratificante, porque sé que lo hice por mí y para mí y no por ser aceptada o vanagloriada por los demás.

Y no, no siento culpa por no contarles

Cuando ya se me ha pasado esa euforia de felicidad, que me puede durar días o semanas, es ahí cuando les cuento a los demás -a veces, se me olvida-, porque sé que genuinamente hay personas que se llenan de felicidad al verme conseguir mis metas (y viceversa) pero es un acto genuino, una acción muy personal que sé que provocará la proliferación de felicidad; no de necesidad personal a ser aceptada, o porque tenga ganas de llenarte la cara de mis cosas, o porque quiero que me envidies por lo que tengo, en ningún caso voy a manipularte con la culpa.   

Cuando comparto mi felicidad no voy a ser más feliz porque tú te alegres, ni te voy a exigir que te mueras de la felicidad por mi, ni te voy a señalar o a juzgar porque no te alegraste… porque tengo claro que el mundo no gira alrededor mío, ni de nadie.

La Intransigencia llena de culpa

La Intransigencia llena de culpa

La gente compara tu éxito con el de ellos y si tienes más que ellos buscarán la forma de minimizarlo. Y si por alegría de la vida, ellos tienen más que tú y tú no te alegras o no le armas una fiesta por su magnífico logro, entonces eres envidioso. ¿En serio?  De verdad llegamos a este punto de manipulación de la culpa. ¿No se dan cuenta?

Llegamos a un punto donde socialmente debes minimizar lo que tienes, pero alegrarte monumentalmente por lo que el otro sí tiene y si no lo haces eres una mierda de persona, un envidioso, o un mal amigo/conocido.

¡Que error tan grande!

Juzga, para que la culpa se sienta más cómoda

Porque claro, es más facil juzgar al otro por su comportamiento -positivo o negativo hacia tus logros personales- que revisarte internamente y determinar: ¿por qué sufres de esa necesidad de ser aceptado? Y que hay detrás de ese sentimiento de victimización.

Digo victimización cuando escucho estas palabras:

  • Pobrecito «yo»
  • ¿Por qué a mí? ¿Por qué esto me pasa a mí?
  • ¿Por qué no te alegras por lo que: me compré/ conseguí/tengo?

Y si a eso le sumas el inyectarle una frase bien juzgona tipo:

  • Eres una mierda de persona/ Me tienes envidia.

Estoy 100% segura que esa combinación de palabras hará sentir culpa a cualquiera… porque vivimos en un mundo donde debes concentrarte en agradar al otro o llenar las espectativas del otro; así las ganas o la existencia no te den fuerzas para mantener una sonrisa en el rostro.  

El mundo está gobernado por la máxima de hacer sentir al otro culpable y en que te hagan a ti: “sentir culpa”… Pura culpa por donde la veas, un montón de mierda existencial es lo que está a la orden del día.

Consecuencias de sentir culpa por largo tiempo

Consecuencias de sentir culpa por largo tiempo:

Uff, el síndrome del impostor, un sentimiento de inferioridad, la incapacidad de amar lo que tienes por andar mirando lo que el otro tiene, el asqueroso comportamiento de no valorar todo lo que tienes por andar siempre comparándote…  El menosprecio a lo que haces.

Al poco tiempo, se te quitan las ganas de intentarlo, porque estás tan concentrado sintiendo la culpa que te hacen sentir los demás, con el pobre de mí, pobrecito yo, que se te va la vida, y al final llegas a la conclusión que no tienes nada y que lo que tienes no vale la pena, y que la existencia es mierda, todo el mundo es mierda porque no se compadece de ti, nada sirve, todo el mundo es una bazofia que ni sabes para qué llegaste al mundo… sí, sí sabes, terminas confirmando que solo naciste para sufrir.

Qué hice para salir de esa etapa de culpa

¿Qué hice para salir de esa etapa de culpa?

Dificil, pero no imposible.

#1 Invertir en mí:

Más tiempo para mí, más estudios para mí, hacer más cosas que me agradaran y mandar a la mierda a la gente tóxica. Al primer movimiento de estupidez declarada, chao… y cuidado, que muchas veces me autoboté, porque sí, sí, yo la vivo rdecontracagando, pero es lo que hay. Salir de un lugar a tiempo y aprender a hacer silencio es un súper poder.

#2 Perdonar y aceptar que es, y siempre será, mi responsabilidad:

Dejar perdonando es jodido, pero te vas libre, ese es el acto más egoísta. Perdonar al que te hizo daño y avanzar, no hay nada mejor que eso. Y aceptar que es mi responsabilidad todo lo que me pasa, sea bueno o malo, porque yo me puse allí, yo permití estar allí y yo me lo busqué.

Por otro lado, sé que la gente puede ser estúpida o tomar malas deciciones y dañar de una forma muy horrible, pero asumir en ese caso que no fue mi culpa, sino decisión de ella (os); y que eso no me hace menos como persona, eso, eso es muy importante, porque no vivimos en una burbuja, estamos en un sistema donde tenemos que convivir con personas muy malas que actúan así por decisión propia: Desgraciadas, sin alma, poco empáticas y hdp… pero reconocer que no es mi culpa fue valioso para poder seguir adelante, y es más facil perdonar cuando se entiende eso.

Cuando se tiene muy claro de qué eres responsable y de qué no, nadie te puede manipular con la culpa y tampoco te dejas afligir por la culpa interna.

#3 Perdonándome a mí misma:

Y miren que la he cagado monumentalmente, y lo que me falta porque lo que tengo son 35 años :V

Pero reconocerme como una persona que no está en la obligación de ser perfecta, ni de agradar, y que mentalmente no tengo que estar paleándome con pensamientos denigrantes por mis malas decisiones, fue y es gratificante. No me aplaudo lo malo, pero tampoco me tiro mierda por ello.  La autocritica destructiva es una mierda gigante que hay que sacar del sistema, porque es como un cáncer que, si no ponemos el suficiente cuidado, nos comerá en vida.

#4 Quitarle el poder a una institución:

Comprender que no me iba a ir al infierno por mis decisiones, es decir, quitarle el poder a la religión fue liberador. Porque soy buena persona por lo que soy, lo que digo, pienso y hago; no porque otro me diga que lo soy, ni porque practique una religión, o por el Dios en quien crea. Soy una persona que efectivamente no busca nunca hacerle daño a los demás; y que evita hacer juicios de valor en la vida de otros, ya con eso me siento bastante bien con la existencia, no necesito un juicio externo o que un ser superior me haga comer culpas por cosas que no he hecho y que, en todo caso, hicieron otros. 

#5 Pedir perdón/ Decir lo siento:

La caravana de ego que me tuve que meter por donde no me daba el sol fue monumental, pero una vez que se dicen las palabras y lo pronuncias con sentimiento, con verdad, te sientes tan bien; y no importa si el otro no te perdona, ya eso es asunto de él. Pero asumir la responsabilidad y afrontarlo es quitarle el control al otro de la culpa; y mejor aún, quitarle el control a tu mente de machacarte día y noche por una situación en específico.

Ojo, solo por lo que yo hice, no como culpa de otros… que la cagan y luego uno es el que debe disculparse, a ese tipo de gente hay que tenerlos, sí, tenerlos bien lejos de nuestras vidas. Quien come mierda, te hace comer mierda a lo poco. Si alguien no tiene la capacidad de asumir responsabilidades y no sabe pedir disculpas o pedir perdón, lo mejor es que salgas de allí porque nadie es perfecto y tarde o temprano te va a mantener sumida (o) en manipulación.

El acto muy egoísta: es el perdón

El acto muy egoísta: es el perdón

Y la culpa no puede con ella. Si somos más amorosos con nosotros mismos, y tenemos claro lo mucho que valemos como personas, estoy segura que nadie podrá manipularnos con la culpa. Vivir sin culpa debería ser un propósito, tiene que ser una responsabilidad afectiva con nuestro ser.

Perdonar y no sentir culpa me ayudó a vivir mejor con todo, sea mucho o poco, es mío. Y esa felicidad y gratitud es algo que no negocio con terceros.